La Institucionalización Sociocultural y Jurídica de la Desigualdad: El Trabajo doméstico remunerado en Costa Rica
Fecha
2009
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Resumen
Este estudio fue encomendado a la Agenda Económica de las Mujeres por parte del Consejo de Ministras de la Mujer de Centroamérica (COMMCA). El objetivo
es contar con un estudio regional y varios estudios nacionales, que documenten las condiciones actuales y las políticas deseables para mejorar las condiciones
laborales y sociales de las trabajadoras domésticas en América Central.
El análisis que sigue a continuación se enfoca en cómo son, en qué condiciones trabajan, y cuáles son los retos que enfrentan las más de ciento treinta mil personas,
principalmente mujeres, que en Costa Rica son actualmente contratadas para cuidar y “hacer oficio”. Para ello, presentamos primero, las características socio demográficas de quienes desempeñan este trabajo, las condiciones sociales y laborales en que lo hacen,
y las principales características de los hogares que las contratan. Este acercamiento nos permite destacar en qué perfil de personas en general, y de mujeres en particular, deberían estar enfocadas qué tipos de política pública.
Este análisis, basado en encuestas existentes y en una tercera diseñada para la región centroamericana en el marco de este estudio, nos permite documentar pero también ampliar el conocimiento previo. Por ejemplo, contrariamente a lo que se supone, el
trabajo doméstico remunerado (TDR) en Costa Rica es principalmente realizado por costarricenses y no por nicaragüenses. Además de la necesidad imperiosa de que les sean reconocidos derechos establecidos para el resto de la población trabajadora, como la jornada diaria de 8 horas, estas trabajadoras necesitan de otras políticas, como las relacionadas con “conciliar” vida familiar y vida laboral. Como tercer ejemplo, y desde el
punto de vista de los hogares contratantes, es evidente la importancia del trabajo doméstico remunerado en amortiguar las tensiones entre familia y trabajo que
viven más de setecientas mil mujeres en el país, en el marco de profundas inercias, rígidas e inamovibles divisiones del trabajo entre hombres y mujeres, por un lado, y entre familias, Estados y mercados, por el otro. Por eso, además de cambios en las condiciones
laborales se requiere dar un salto cualitativo en la oferta de servicios públicos dirigidos a promover la corresponsabilidad en los cuidados, tanto al interior de las familias como con el Estado y las empresas.
La segunda parte de este estudio documenta el largo camino seguido para corregir la discriminación laboral contra las trabajadoras domésticas, así como el papel de actores institucionales y sociales en promover o en vetar los necesarios cambios. Además de una síntesis de lo acontecido y de los principales argumentos usados, especialmente para vetar, señalamos los principales factores que dificultan los avances. Entre estos se encuentran: la necesidad de fortalecer la representación colectiva de los intereses de las
trabajadoras domésticas; el mejorar las alianzas; y el contar con mayor presencia de partidos políticos–y no sólo personas pertenecientes a dichos partidos– ideológicamente decididos a atender los derechos sociales y laborales.
Los retos que enfrenta el país con quienes desempeñan el trabajo doméstico remunerado son múltiples pero están claros. De enfrentarse, se corregirían seis décadas de discriminación legalmente establecida pero también se reconocería la importancia social de estas tareas en el marco de las nuevas tensiones existentes entre vida
laboral y vida familiar.
Descripción
Palabras clave
Mujeres, Trabajo domestico remunerado, Derechos laborales